Jamás te abandoné, sencillamente me retiré en silencio, supe interpretar tu ausencia, aprendí a medir la distancia.
Yo soy así, llena de simplezas sin ostentar competir, eso siempre lo supiste, me conociste de la cabeza a los pies, no te asombre mi crueldad, no te he olvidado ni te olvidaré jamás, pero rogar, mendigar, pedir afecto no forma parte de mi esencia de mujer.
Cuando no se ha tenido algo realmente es comprensible esperar su término, el final...
Hoy, puedo decir con la serenidad que me acompaña que la tormenta ha pasado, claro que causó estragos, que las noches insomnes me acompañaron, que el palpitar intenso de mi corazón se encontró de frente con la soledad más amarga, que el querer oír tu voz desataba en mi sentimientos de frustración y miedo.
Pero igual que el agua que depositas en un vaso y lo pones bajo el sol, se fue evaporando, ahora consciente, guardo en mi maleta tus besos, tus caricias, tus palabras, tus consejos, tus recuerdos bonitos.
Descubrí contigo, que el mejor amor no te abandona, que la última palabra nunca dice, que siempre hay una estrella brillando en el firmamento, que siempre tendré una razón para derrochar alegría, que mi musa se llama Amor eterno, no tiene nombre de hombre alguno... solo se necesita un corazón en el pecho y mucha imaginación para escribir lo que sale del corazón!!
C.D.
Yo soy así, llena de simplezas sin ostentar competir, eso siempre lo supiste, me conociste de la cabeza a los pies, no te asombre mi crueldad, no te he olvidado ni te olvidaré jamás, pero rogar, mendigar, pedir afecto no forma parte de mi esencia de mujer.
Cuando no se ha tenido algo realmente es comprensible esperar su término, el final...
Hoy, puedo decir con la serenidad que me acompaña que la tormenta ha pasado, claro que causó estragos, que las noches insomnes me acompañaron, que el palpitar intenso de mi corazón se encontró de frente con la soledad más amarga, que el querer oír tu voz desataba en mi sentimientos de frustración y miedo.
Pero igual que el agua que depositas en un vaso y lo pones bajo el sol, se fue evaporando, ahora consciente, guardo en mi maleta tus besos, tus caricias, tus palabras, tus consejos, tus recuerdos bonitos.
Descubrí contigo, que el mejor amor no te abandona, que la última palabra nunca dice, que siempre hay una estrella brillando en el firmamento, que siempre tendré una razón para derrochar alegría, que mi musa se llama Amor eterno, no tiene nombre de hombre alguno... solo se necesita un corazón en el pecho y mucha imaginación para escribir lo que sale del corazón!!
C.D.
